April 15th 1997

¿Te arrullará Caronte en su regazo
mientras cruzáis el río en su barca
hacia la orilla desde la que ya no oiré
tu risa, tu llanto, tu hipo, tu alma?

¿Te dará Yahveh unas alitas
como las de los ángeles de Raphaello
para que vueles y pueda sentirte cerca
y puedas venir a mi cama si tienes miedo?

¿Me bastará escudarme en el odio
y en el rechazo, en el olvido y la ira,
cuando lleguen las nueve de la noche
y el agua de tu baño esté fría?

¿Llevarás nuevas a Egipto?
¿Serás un ángel, un duende?
¿Serás de luz? ¿Serás de agua?
¿Serás copos cuando nieve?

¿Te reencarnarás en alguien cercano
para venir a enamorarme un día,
para hacerte notar con detalles
pequeños, como una pluma en las vías?

¿A qué dios le rezaré, a qué Cielo irás,
a qué santos y santas les pediré
que te laven tu manta azul cada domingo
y echen vainilla en tu Nutribén?

Te has dejado tu zanahoria
con cara de azafata de Iberia.
Yo te la guardo y te aguardo
para que el día que quieras, vengas.

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